Branding, más allá que un logotipo

El branding es el proceso de creación, desarrollo y construcción de una marca; y cuando hablamos de una marca, generalmente la gente lo asocia con un logotipo, pero es más que eso, tiene que ver con lo que la gente dice, siente o piensa sobre un producto o servicio, ya sea un programa de TV, un libro, una compañía, una persona, etc.

El objetivo del branding es básicamente lograr una estrecha relación entre la marca y el consumidor mediante diversas estrategias que logren reflejar la propuesta de valor de la empresa en la marca.

Primero ser auténtico, y eso se consigue con el conocimiento a fondo de la empresa, conocer principalmente “a dónde se quiere llegar” como marca, con lo cual las estrategias utilizadas deben identificar dónde están los valores y principios de la organización, conocer además cuál es la misión y visión, y algo muy importante, determinar el diferenciador que queremos tener como marca frente a la competencia. Todo esto con la finalidad de conocer cuál es el “alma” de la empresa y cómo queremos proyectarla a nuestro público objetivo.

Ahora bien, teniendo un panorama claro de la identidad y los objetivos que queremos proyectar como marca, vamos por las estrategias que se deberían usar para una construcción de marca efectiva.

Si la estrategia es mentir puedes terminar creando desconfianza y afectar de forma negativa la opinión que el público objetivo tiene con respecto a tu organización, seguramente se llegará al lugar equivocado y no se cumplirá con los objetivos planteados.

Las tres primeras vienen heredadas de la comunicación offline, “la coherencia”, “la consistencia” y “la constancia”, en estos tres pilares debe haber una construcción permanente y constante; las otras se han potenciado con las redes sociales y estrategias de marketing digital y publicidad online, estas son “la confianza”, sin ella nadie va a escucharte, compartirte o consumir tu producto o servicio, finalmente está la última “C” que es “el contenido”, aquí la herramienta del boca-oreja, que sigue siendo de las más poderosas del mundo; si tu contenido no es interesante, relevante, atractivo o emocionante; pasará por alto entre todo el contenido que se genera diariamente y por tanto no llegará a atraer a lo más importante que es nuestro cliente objetivo. El contenido de valor es indispensable para poder diferenciarnos frente a la competencia.

Es prioridad, debido a las nuevas tendencias y poder de influencia que existe actualmente. Debemos orientarnos hacia la UX (experiencia del usuario), se debe desarrollar una web que le entregue al cliente lo que está buscando y para saber qué busca, tenemos que estudiar lo más preciso posible al segmento de mercado que nos vamos a dirigir. Es importante entregar contenido de interés y calidad, no es recomendable agobiar al público con exceso de contenido no relevante, hay que recuperar la confianza y la participación del público con la marca. Todo esto con el fin de hacer valer el tiempo, el dinero de inversión online y se transforme o evolucione de un like a un buy, es decir no solo conseguir un “Me gusta” por los internautas, sino convertirlo en una “Compra”. No olvides que todo se debe medir; calcular el ROI es importante, conocer cuál fue el retorno sobre la inversión en las estrategias empleadas y con esto se dará un rol más eficaz a la presencia online.

Finalmente se debe caminar hacia la intercomunicación e interacción entre los canales online y offline para que el branding consiga o se mantenga en un buen top of mind (marca que logra posicionarse en la mente del consumidor). El éxito viene de utilizar las herramientas más aptas para cada estrategia de branding y complementarlas, no hiper enfocarse en redes sociales o medios digitales en general o cerrarse al medio offline, el éxito vendrá al hacer que la marca sea lo que su público requiere que sea, mucha apertura, oídos abiertos, ojos abiertos y puertas abiertas a conservar lo mejor y construir lo que nos pide el público objetivo.

Lo que consolida la parte visual del “branding”, se puede resumir en: forma, construcción, cromática, estilo, tipografía, adaptabilidad, tendencia, influencia y al final un manual que implemente la marca según su usabilidad y necesidades específicas.